Civilizaciones como la de los aborígenes de América del Sur, esta vez, los Mayas, nos acercan a realidades dolorosas porque advertimos que esos pueblos, dejaron su conocimiento profundo y su cultura que no era conocida en la España de aquellos tiempos. Que los invasores no se dieron cuenta de lo valioso, en términos imperecederos, que pisotearon como mejor les vino. Que se apoderaron de riquezas materiales, para lustre de la casa reinante de España y provecho de ellos mismos. Tampoco supieron nunca que la filosofía maya se emparentaba con las más antiguas del mundo. Una fuente de sabiduría que, no hace tanto, se considera en la comunidad como tal. El "Tú eres Yo, Yo soy Tú, todos somos Uno", es más antiguo aún que este pueblo sabio en aspectos no intuidos, entonces, por la Europa. Algunos de esos pueblos enmudecieron, ya que no eran creíbles. La Historia se entorpeció como medida del desarrollo espiritual, por la ambición y la codicia de los pueblos que se auto llamaban civilizados. Los mayas son fascinantes. Felicito a Mario R. Vides Alvarado por su constancia en develar aspectos que se cuelan a través del tiempo. Quizás porque éste sea el momento oportuno.
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